Toda una vida

¡Hello my friends!

Hoy os voy a contar una pequeña historia...
Siempre me han denominado como la niña de papá, la protegida. Dos personas de un mismo carácter, tal para cual. Pero.. ¿y qué hay de mamá? Ahí la historia cambia un poco. Nunca hemos sido compatibles, desde pequeña cuando preguntaban "¿A quién quieres más a papá o a mamá?" La respuesta era clara. Sin embargo, los años van pasando, la vida sigue su curso y con muchos giros inesperados. Y, aunque me sigo considerando una niña de papá (siempre dicen que las niñas tiran más hacia el lado de papá), también lo soy ¡DE MAMÁ!
Hoy, más que nunca, la protagonista es ella

¿Sabéis qué? A pesar de esa incompatibilidad, siempre he dicho que no cambiaría a  mi madre por ninguna otra. Es única, la mejor madre que se pueda tener. Ella siempre me dirá si lo hago bien o mal, si voy guapa o fea, si adelgazo un kilo o engordo tres. No es la típica madre que defiende a sus hijos por encima de todo, sino que sabe seleccionar, ser justa y enseñar a sus hijos qué caminos deben coger.

Y es que nunca ha sido ni será una amiga, cosa que me encanta, es MI MADRE. Mi protectora, una persona y que aprende y enseña a la vez, que en su día a día descubre aspectos de la vida junto a su familia. Cuanto peor van las cosas o más nerviosos estamos todos, ella es el temple. Siempre sabe y puede mantener la calma en situaciones que cualquier otro nos desmoronaríamos.

Por seguir pendiente siempre de todos nosotros, por esas broncas que nos sacan de quicio, por ser el pepito grillo de todos, por los regalos, el empeño y las ganas que le pones a todo

¡¡¡¡¡¡¡¡GRACIAS MAMÁ!!!!!!!!